Aarón sigue sufriendo los malos tratos de Apuki y esta vez su cansancio y su frustración lo llevan a cuestionar a su Dios. No entiende por qué él prometió tener una descendencia tan grande, si al final terminarían todos siendo esclavos.
Coré, acusó a su primo Aarón con Apuki por haberse arrancado del trabajo para recibir a Oseías, quien venía llegando a la ciudad. Tras esto, Apuki no dudó en castigarlo enviándolo a la cantera al finalizar el día.
La familia de Aarón salen a dar un paseo y se encuentran con él desmayado en la mitad del camino. Amram y Miriam no se explican cuál es la prueba que Dios les está haciendo pasar y le piden ayuda para que envíe a un libertador.