Según estableció la Comisión Rettig, en total fueron cerca de 100 chilenos los ejecutados por agentes del Estado al margen de todo debido proceso. Alrededor de 60 de esos cuerpos fueron recuperados por sus familias en meses y años posteriores, otros 40 pasan a engrosar la lista de detenidos desaparecidos.
En el año 2001, las familias fueron citadas al Cerro Chena por hallazgos de restos humanos.
"Cuando la magistrado nos llama y nos dice que hay novedades, que hay certeza de que lo que encontró son restos y fragmentos humanos, para nosotros surgió una esperanza de que se podrían encontrar a aquellos que están ausentes hasta el día de hoy", dijo Mónica, quien también es la Presidenta del Memorial Cerro Chena.
En el marco de dichos peritajes, la primogénita de Adiel presenció el moemnto en que los "pequeños fragmentos" óseos fueron depositados en cajas de cartón, rotulados como "Cerro Chena" y resguardados hasta que fueron ingresadas al Departamento de Medicina Legal de la Universidad de Chile.
En ese momento, estas cajas numeradas, la mayoría con el nombre del lugar o episodio al que corresponde su hallazgo, quedaron bajo la custodia del profesor Luis Ciocca, exdirector de Medicina Legal de la Universidad de Chile, quien creó un registro que guardó celosamente por años.
"Antes no había cadena de custodia (...) muy pocas personas sabían que estaban ahí, gente del departamento por supuesto. Sabía la gente que tenía que estar enterada, porque había que mantener la mayor discreción y eso así ocurrió", señaló Ciocca.
CAJAS EN EL OLVIDO
En mayo de 2012, siete meses antes de jubilar el ministro en visita Alejandro Solis y después de 11 años sin ser periciadas como correspondía, se instruyó la devolución de los restos óseos y la documentación bajo custodia para avanzar en las identificaciones pendientes.
Sin embargo, el traslado no se concreta y hasta el 2014, sólo un par de peritos de confianza del juez Juan Guzmán trabajaron con el contenido de las 89 cajas, pero esta demora de dos años pone en riesgo su valioso contenido, puesto que en febrero de ese año se inundó el subterráneo del Departamento de Medicina Legal de la Universidad de Chile.