"El rey", "el elegido", el sucesor de Michael Jordan. La trayectoria de LeBron James ha estado repleta de profecías y de adjetivos grandilocuentes, pero tras convertirse este martes en el máximo anotador de la historia ya nadie puede dudar de que es un digno merecedor del trono de la NBA.
Continuarán las discusiones sobre si el mejor de todos los tiempos es LeBron o Michael Jordan en un debate en el que ninguno de los dos bandos dará su brazo a torcer.
Pero superar la legendaria marca de puntos totales de Kareem Abdul-Jabbar, vigente desde 1989, le garantiza a LeBron un lugar en la eternidad de la NBA.