Lejos de la maldad, los niños están llenos de amor y buenos sentimientos. Solo quieren ayudar al prójimo sea como sea. Eso fue lo que justamente hizo nuestro siguiente protagonista.
Con 10 años, Evan pasa sus fines de semana leyéndole libros a los perros sin hogar del Centro de Cuidado de Animales de la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos. Se preocupa de que vivan en un ambiente cálido y que sientan amor a pesar de no tener un dueño. Todo un ejemplo a seguir.