Cuando Harper Foy nació, los doctores le anunciaron a la familia que debido a su condición, la probabilidad de sobrevivir era menor a un 50%. Pero hoy sorprende al mundo con su felicidad y resiliencia.
La pequeña sufre de Ictiosis Arlequín, y quienes padecen esta enfermedad tienen una regeneración muy rápida de la piel, lo que provoca que esta se acumule, se agriete y se forme un tejido escamoso.
El 2016 se le realizó una entrevista a Angie Foy, la madre de Harper. En esa ocasión comentó que “cuando nació, no parecía un humano, parecía un extraterrestre. Fue muy traumático. La pusieron directamente en la unidad de cuidados intensivos (UCI). Estaba comiendo desde un tubo de alimentación y tenía una infección, y eso es lo que mata a muchos de estos niños”.
En el hospital infantil estadounidense Seattle Children’s fueron varias las especialidades médicas que se unieron para crear un innovador tratamiento para la pequeña: dermatología, cirugía plástica, anestesia y neonatología.
Hoy Harper tiene 4 años y es considerada una niña muy activa que ama los deportes.
Para evitar complicaciones en la vida de la pequeña, los familiares deben realizar ciertos cuidados especiales. La deben duchar tres o cuatro veces al día y aplicar constantemente una crema especial para proteger su piel.