Replicada en varios medios de todo el mundo fue la historia del pequeño león llamado Simba, el cual fue separado de su madre cuando tenía solo semanas de nacido para ser fotografiado con turistas en una playa de Rusia.
El animal habría tratado de escapar en varias ocasiones del lugar en donde lo tenían encerrado y por ellos sus captores le quebraron las patas para que no pudiera huir. Posteriormente, el felino ya no se podía mover, por lo que fue abandonado en un granero en donde fue encontrado por unos rescatistas.