Una joven pareja rusa esperaba con mucha ilusión el nacimiento de su primer hijo, cuando al momento del parto, exactamente 1 minuto 39 segundos después del nacimiento de Misha, se le informó a los padres que el pequeño tenía una sospecha de Síndrome de Down.
Para la madre, la condición de su bebé fue un verdadero impacto el cual no podía asimiliar. En tanto, Evgeny, el padre, pensó totalmente lo contrario y quería salir adelante junto a su hijo.