El cuento de hadas de Meghan Markle iba viento en popa hasta que días antes de su matrimonio su padre empañó la mágica historia viéndose involucrado en algunos líos con la prensa.
Thomas Markle hizo un arreglo con una agencia para darle fotografías del casamiento real y fotos de él en plena preparación para la boda de su hija, a cambio de dinero. Sin embargo, no pudo concretar el plan, pues no asistió a la boda.
El padre de la duquesa tuvo un problema al corazón que impidió que él estuviera presente en el enlace. Todo había quedado hasta ahí, pero el padre de la novia, que ha sido enfático en recalcar que no le gusta cómo ve a su hija desde su matrimonio, decidió contar al periódico británico "Sun" que este suceso había provocado una álgida discusión con su yerno.