Es bien sabido que Kika Silva es una amante de los animales y desde que tuvo a Roxy, una cerdita que le regalaron por su cumpleaños este amor se intensificó.
Roxy murió después de ser atacada por unos perros en junio de 2017 en la granja donde vivía, ya que por su tamaño no podía vivir con Kika, pero ella lo visitaba constantemente.