Robbie Williams se sinceró completamente con la revista británica asegurando que la fama terminará matándolo, pues no ha sido una aliada en los intentos por superar su depresión y el consumo de drogas.
Es más, el cantante dice que la fama hace aumentar el placer por ser el centro de atención, lo que a la larga ha resultado ser aún más dañino para su salud mental.
"No sé si hubieses sido un enfermo mental sin fama, no creo que hubiese sido tan grave o poderoso si no hubiese sido por la popularidad" reconoció el intérprete de 'Feel'. Además, agregó que su trabajo es realmente malo para su estado de salud y "va a matarme".
El ex integrante de Take That ha luchado contra la depresión y el abuso de drogas durante años, pero él mismo dice que antes nadie hablaba de ellas, en cambio ahora no son despreciadas y existe más información. “No sabía qué eran la depresión y la ansiedad, y me embarqué en una montaña rusa de drogas y alcohol“.
Finalmente, Robbie Williams, dijo a The Sunday Timesque la ayuda de su esposa, la actriz Ayda Field ha sido fundamental en todo este proceso.