Lejos de los registros formales que la casa real británica nos tiene acostumbrados, este año las tarjetas navideñas lucen alegres y románticas postales.
William y Kate aparecen junto a sus tres hijos sonriendo en los otoñales jardines de su casa de campo Anmer Hall en el condado de Norfolk.
En el retrato George, el primogénito de cinco años, luce feliz jugando a un costado de su padre. La encantadora princesa Charlotte, de tres, está abrazando a los duques de Cambridge, mientras su madre sostiene en brazos al sonriente príncipe Louis, de solo ocho meses.