El término de 26 años de relación trajo consigo para Miguel Bosé una demanda en su contra, con lo que su siempre resguardada privacidad se ha visto vulnerada. El escultor Ignacio Palau tomó acciones legales para defender sus derechos y el de sus hijos tras el quiebre.
La relación entre los artistas era conocida por su círculo cercano, pero ellos nunca la hicieron pública ni se mostraron juntos en eventos o alfombras rojas.